Cerámica mural en El Tallercito. Un arte que conecta al hombre con la tierra.


Si algún arte relaciona directamente al hombre con la naturaleza, es sin duda la cerámica. Hombre y barro unidos desde los principios por la misma sustancia original.

La cerámica se encuadra dentro de las llamadas artes de fuego, junto a la orfebrería y el vidrio. De la relación directa entre barro y fuego surge un arte calado hasta la última molécula de belleza y verdad. Con la cerámica tradicional no valen los subterfugios ni apaños, todo está a la vista, listo para perdurar en el tiempo.

Su belleza intuitiva surge por la unión de dos elementos tan humanos, literalmente hablando, como son el barro y el fuego. Por un lado, y en referencia al barro, no debemos olvidar que humano, ser humano, procede del latín humus que significa “tierra” o barro”, en alusión a la concepción de su origen como ser fruto de la tierra; y que cerámica procede del griego keramikó que significa “de arcilla”, “de barro”,  que nos habla también de la materia prima utilizada en la creación artística a través de esta disciplina. Hombre y cerámica hechos de la misma sustancia.

Por otro lado aunque el fuego existe desde el principio de los tiempos, su domesticación es exclusiva del “ser de barro vivificado”, que ahora se yergue orgulloso, despreciando la tierra que le sustenta y le confiere su forma.

Es el fuego el que, dirigido por el hombre, cataliza la transformación del barro puro, en objeto “animado” por las creaciones humanas. Y de esta interacción tierra-creación-fuego, surge una amalgama que no puede ya entenderse por separado.

El arte de la cerámica podría definirse de manera directa y visceral como el arte de la arcilla trabajada por seres de tierra a través del fuego domesticado por dichas criaturas. Un círculo de relaciones donde resulta difícil situar el principio y el fin.

Desde El Tallercito entendemos que el respeto a la tierra que pisamos y donde vivimos es inherente al respeto que profesamos también a todos los seres humanos, y no humanos, que habitan el bendito planeta azul que llena de colorido este rinconcito del universo.

Y ese respeto y agradecimiento por la vida en su conjunto, y por el trocito de tierra que habitamos, nos gusta expresarlo desde El Tallercito a través de buena parte de nuestras creaciones habituales en cerámica mural, tanto para interiores como para exteriores, porque lo que el fuego, el hombre y el barro han unido…

Comparte y disfruta!

Entradas relacionadas

    • Tu Papi
    • 28 octubre 2011

    Enhorabuena hija! Me encanta el enfoque. El Arte te rebosa por los poros en todas las facetas. Aunque eso, claro, ya lo sabía.

    • Gracias! A mi también me encanta, y es que tengo un buen periodista, Juan César. Que además de documentarse, le da un enfoque que conecta con la tierra.

  1. Me encanta ver reflejada en tus obras la influencia del zoólogo.Eres como una esponja que capta todo el entorno y lo transmite en sus obras.
    Sigue así.

  1. Aun no hay enlaces.